El dengue, una enfermedad endémica en Centroamérica, está provocando más casos y víctimas de lo normal este año, hasta el punto que en algunos de los países de la región ya se han superado las cifras registradas durante todo el año 2018, según alertó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en un informe.

Según el organismo, el brote de este año “es peor de lo normal”, como lo demuestra el hecho de que hasta julio, en algunos de los países ya había más casos que en todo el año anterior. Y la actual temporada de lluvias no hará sino empeorar la situación, con niños y adolescentes como los más afectados.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en lo que va de año ha habido unos 173.000 casos de dengue -incluido la variante más virulenta- y 161 muertos en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. En 2018, hubo en total unos 172.000 casos, de los que 87 terminaron en muerte.

El país más afectado es Nicaragua, que aglutina más del 43 por ciento de los casos, según la OCHA, si bien cuenta con la tasa de mortalidad más baja de la región. Por el momento, se contabilizan más de 55.000 casos, siendo los niños el grupo de edad más afectado. En 2018, en el país hubo unos 58.700 casos, de ahí el que el Ministerio de Salud declarara el pasado 30 de julio la alerta para ampliar la prevención y la atención.

El segundo país en el que el dengue está golpeando con más fuerza es Honduras, con más de 49.300 casos, en comparación a los casi 8.000 que hubo el año anterior, un aumento de casi un 950 por ciento. Esto explica que el Gobierno de Juan Orlando Hernández declarara a principios de julio la emergencia. También en este caso, los niños son los más golpeados.

Según la OCHA, el 50 por ciento de los pacientes proceden de zonas rurales, lo que está sobrecargando los centros de atención primaria, y eso que, de acuerdo con la oficina regional de la OMS para las Américas, el pico del brote en el país, inmerso en la temporada de lluvias, aún no se habría producido.

En Guatemala, hasta agosto se contabilizan ya 12.000 casos, una cifra que prácticamente duplica los 6.800 de 2018, y como en los otros países, los niños son los más afectados por la variante más mortífera de la enfermedad, transmitida por el mosquito Aedes Aegypti. En este caso, el Gobierno de Jimmy Morales también decretó a finales de julio la alerta epidemiológica.

Por último, en El Salvador, se han registrado ya 10.300 casos, una cifra superior a los 8.400 del año pasado pero lejos de los 53.400 alcanzados en 2014. Por el momento, el Gobierno salvadoreño no ha declarado aún la alerta, si bien las autoridades están movilizadas para frenar la propagación de la enfermedad.